¡Hola gente bonita!
¿Qué tal estáis? Espero que vaya todo viento en popa a toda vela
Hoy me he levantado con una energía especial. Después de mi ritual mañanero (quince minutos de meditación, treinta de escritura y otros tantos de ejercicio) me aventuro a preparar el desayuno, y me he topado en la cocina con unos plátanos que pedían a gritos una mano. Y no precisamente para ser devorados, sino más bien para no acabar en la basura. ¿Y qué creéis que ha pasado? Pues aquí os traigo el resultado.
El banana bread resulta una receta básica tipo bizcocho para aprovechar esos plátanos que han quedado abandonados a su suerte en el frutero, pero que por encima de todo, podemos utilizar antes de que terminen en la basura.
SABIAS QUE… ¿Un tercio de los alimentos producidos para el consumo humano a nivel mundial, se pierde o desperdicia? Aproximadamente unos 1700 millones de toneladas al año.
Fuente: FAO.
Ante esta situación, y como afecta a la seguridad alimentaria mundial, hoy os traigo una idea súper sencilla para reutilizar frutas menos atractivas a la vista para comer enteras, pero que se pueden transformar en un delicioso bocado.
Solo necesitamos 10 minutos, un horno y ganas de comerte la vida
Ingredientes:
- 2 Plátanos maduros
- 2 Huevos de gallina feliz (su código empieza por 0 o 1)
- 200g de harina integral de espelta (también puede ser trigo, centeno)
- 4 cucharadas de azúcar de caña sostenible o 8 dátiles para endulzar
- 1 sobre de levadura química
- 4 cucharadas de AOVE
- Puñado de nueces, avellanas o cualquier fruto seco
Utensilios:
Bol
Varilla mezcladora
Tenedor
Lengua o espátula
Molde y papel para horno
Así lo preparas:
Precalentar el horno.
En un bol, triturar los plátanos y mezclar junto a el endulzante escogido, los huevos y el aceite. Si utilizas dátiles, tritúralos primero con los plátanos que tienen algo de humedad y se mezclen bien. Esto, con ayuda de una batidora.
Añadir la harina, la levadura, y volver a mezclar.
Por último, añadir unas nueces troceadas.
Forrar un molde con papel de horno, y verter la mezcla.
Hornear a 180ºC durante 30 minutos. Pasados esos minutos, comprobar la cocción pinchando en el centro del bizcocho. Si el cuchillo sale limpio, es señal de que está listo.
Dejar enfriar fuera del molde. Y listo para disfrutar a la hora del café, té, para acompañar una bebida vegetal.
¿Qué os ha parecido? Fácil ¿verdad? Es súper sencilla, y además muy resultona con un sabor a plátano que os encantará. El plátano, además de aportar dulzor natural, también dota a la masa de cierta humedad que da como resultado una textura jugosa y muy agradable al paladar.
Deseo que la disfrutéis.
¡Feliz día!
Pilar